Benedicta Enriqueta del Palatinado.
Benedicta Enriqueta del Palatinado (París, 14 de marzo de 1652 – Hannover, 12 de agosto de 1730), princesa alemana, hija del Príncipe Palatino Eduardo del Palatinado-Simmern y de su esposa, Ana María de Gonzaga-Nevers. Benedicta se convirtió en duquesa de Brunswick-Lüneburg, o de Hannover, por su matrimonio con el duque Juan Federico de Brunswick-Luneburgo.
Martrimonio
Se casó a la edad de dieciséis años con un primo lejano, Juan Federico de Brunswick-Luneburgo, duque de Brunswick-Lüneburg, que era la misma edad que su padre, y sin hijos. Se casaron el 30 de noviembre de 1668.
Juan Federico murió en 1679 sin un heredero varón, y el ducado de Brunswick fue heredado por su hermano menor, Ernesto Augusto, esposo de Sofia de Hanover y padre de Jorge I de Gran Bretaña. Después de la muerte de su marido, Benedicta regresó a su Francia natal y residió allí con su hermana, la princesa de Condé.
Descendencia
Tuvieron cuatro hijas:
- Ana Sofía (10 de febrero de 1670 – 24 de marzo de 1672).
- Carlota Felicidad (8 de marzo de 1671 – 29 de septiembre de 1710), se casó con el duque de Módena Reinaldo III de Este.
- Enriqueta María (9 de marzo de 1672 – 4 de septiembre de 1757).
- Guillermina Amalia ( 21 de abril de 1673 – 10 de abril de 1742), se casó con José I de Habsburgo, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
©Andrés Cifuentes
¡Gracias por leerme!
Publicado el 21 abril, 2017 en B, Mujeres con Historia y etiquetado en Ana María de Gonzaga-Nevers, Benedicta Enriqueta del Palatinado, Jorge I de Gran Bretaña, José I de Habsburgo, Juan Federico de Brunswick-Luneburgo. Guarda el enlace permanente. 10 comentarios.
Dios mío, qué edad para contraer nupcias… y qué unión tan desigual. Gracias por compartir estos trazos de historia. Un abrazo, amigo.¡Y feliz fin de semana! ❤
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Los matrimonios de los reyes eran el asunto de Estado más importante, pues con ellos se buscaban ventajas en lo que ahora se denomina Estrategia de Seguridad.
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¡Me encanta todo lo que sabes de Historia! Ahora estoy leyendo «La catedral del mar», de Ildefonso Falcones y estoy aprendiendo mucho de estas cuestiones reales. Es un mundo algunas veces incomprensible, pero que se va haciendo más claro en la medida en que aprendemos sobre el contexto histórico. Un abrazo, querido amigo. 🙂
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Gracias por tu comentario.
No he leído nada de este autor, pero después de ver la sinopsis, cuando lo encuentre lo compraré, me parece interesante.
Abrazos amiga y feliz fin de semana ❤ ❤ 🙂 😛
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¡¡Genial! Después podremos compartir impresiones del libro. ¡Feliz fin de semana, querido amigo! ❤
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A Benedicta, le dolía el corazón o le apretaba el corset?
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Por el color de su cara… (le apretaba el corsé)
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Y por donde tiene la mano, pobre mujer.
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Debe ser que le aprieta las varillas del corpiño… Jajaja
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Jajajaja… Y se le ve algo morada… Creo que estaba a punto de un patatús y por eso tenía la mano en el busto.
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