Guillermina Amalia de Brunswick-Luneburgo (Emperatriz del Sacro Imperio).
Guillermina Amalia de Brunswick-Luneburgo (Luneburgo, 21 de abril de 1673 – Viena, 10 de abril de 1742) fue emperatriz del Sacro Imperio Romano, reina de los alemanes, reina de Hungría, reina de Bohemia, archiduquesa consorte de Austria, etc; como la esposa del emperador José I de Habsburgo.
Primeros años
Guillermina Amalia era la hija menor del duque Juan Federico de Brunswick-Luneburgo y Benedicta Enriqueta del Palatinado. Sus dos hermanas supervivientes fueron Carlota Felicidad, que se casó con Reinaldo III de Este, duque de Módena, y Enriqueta María, que nunca se casó. Guillermina recibió una educación católica por su tía abuela Luisa Holandina del Palatinado en el convento de Maubuisson, y no regresó a Hanover hasta que tenía 20 años, en 1693. Desde el principio, la emperatriz Leonor Magdalena de Palatinado-Neoburgo decidió que Guillermina Amalia sería su nuera.
Matrimonio y descendencia
Como resultado, el 24 de febrero de 1699, se casó con el hijo de Leonor, el archiduque José, el heredero del emperador Leopoldo I de Habsburgo. Con motivo de su boda, se compuso la ópera Hércules y Hebe de Reinhard Keiser (1674-1739). Tras la elección de José como emperador en 1705, se convirtió en emperatriz del Sacro Imperio Romano.
Ella dio a luz de su marido tres hijos:
- Archiduquesa María Josefa de Austria (8 de diciembre de 1699 – 17 de noviembre de 1757), se casó con el rey Augusto III de Polonia.
- Archiduque Leopoldo José (29 de octubre de 1700 – 4 de agosto de 1701), murió en la infancia.
- Archiduquesa María Amelia de Austria (22 de octubre de 1701 a 11 de diciembre de 1756), se casó con Carlos VII del Sacro Imperio Romano.
Guillermina Amalia fue descrita como hermosa, pero también como religiosa y seria. Su relación con su marido fue descrita inicialmente como feliz, pero pronto se deterioró. José tenía una larga lista de amantes, al mismo tiempo criadas y nobles, como Dorotea Daun. Tuvo varios hijos ilegítimos, pero no le sobrevivió ningún heredero varón habido con su esposa. En 1704, José contrajo sífilis, y le contagió la enfermedad a su esposa, que sufrió de úlceras en el abdomen.
Se ha sugerido que esta fue la razón del fracaso de la emperatriz para tener más hijos después del nacimiento de su segunda hija. Sin herederos varones, hubo una crisis en cuanto a la sucesión imperial. En 1711, Guillermina Amalia quedó viuda, y su suegra se convirtió en la regente provisional hasta que su cuñado, el archiduque Carlos, regresara de España, donde era el candidato austriaco al trono español durante la Guerra de Sucesión Española. A su regreso, fue proclamado como el nuevo emperador del Sacro Imperio Romano, Carlos VI.
Sucesión
La incapacidad de su mujer para darle herederos varones irritó a Carlos VI y, finalmente, condujo a la promulgación de la Pragmática Sanción de 1713, un documento que abolió la sucesión sólo para hombres (hasta la fecha efectiva de todos los reinos de los Austrias) y declaró sus tierras indivisibles. El nuevo emperador favoreció a sus hijas sobre las de José I y Guillermina Amalia, en la sucesión, haciendo caso omiso de un decreto que había firmado durante el reinado de su padre, Leopoldo I de Habsburgo.
Después de que sus hijas se casaran, Guillermina Amalia en 1722 se retiró a un convento salesiano en el Rennweg en Viena, que ella había fundado a principios de 1717.
Carlos VI murió en 1740. En la lucha que se produjo por la sucesión, Guillermina Amalia inicialmente apoyó a su yerno, Carlos Alberto, elector de Baviera, en su búsqueda de la corona imperial, pero pronto se retiró de nuevo a la vida privada.
Guillermina Amalia sobrevivió a su esposo por más de 30 años, murió el 10 de abril de 1742, de hidropesía. Está enterrada en el convento salesiano de Viena. Su corazón está enterrado en la Cripta Imperial.
Publicado el 9 junio, 2017 en Archiduquesas de Austria, G, Mujeres con Historia, Sacro Imperio Romano Germánico. y etiquetado en Benedicta Enriqueta del Palatinado, Carlos VI., Carlos VII del Sacro Imperio Romano Germánico, Guillermina Amalia de Brunswick-Luneburgo, José I de Habsburgo, Leopoldo I de Habsburgo, Luisa Holandina del Palatinado, Reinaldo III de Este. Guarda el enlace permanente. 4 comentarios.
Saludos afectuosos
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❤ ❤
🙂 😛
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¿Por qué enterraban el corazón aparte? Eso es algo «creepy»…
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No tengo ni idea!!!
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