Maldra – Rey suevo, 457-460
Después del desastre sobrevienen las naturales inquietudes; así, en parte del convento Bracarense cuadrillas de bandidos se entregan al pillaje. En aquel mismo año, los suevos que vivían en la comarca extrema de la Galecia eligen rey a un hijo de Massilia llamado Maldra. Comienza así el segundo periodo del Estado suevo, restaurado, tal vez, con una dinastía absolutamente nueva.
Frente al nuevo rey se levantan nuevos pretendientes. Uno de estos, Agiulfo, el que, abandonando a los godos, había fijado su residencia en la Galecia, murió pronto, en el año 457, en Oporto, dum regnum suevorum sperat, y el poder de Maldra se afirma.
Entonces Teodorico II, que, sin atreverse a depredar Mérida, como pensara, temeroso, dice Idacio, del castigo del cielo, había vuelto a las Galias, envía a Galecia parte de su ejército, compuesto de gente de varias naciones, que en una campaña, que estudiaremos al hablar del reino godo, obtiene algunas victorias.
Sus generales saquean y destruyen las ciudades de Palencia y Astorga. El castillo de Coyanca (Valencia de Don Juan) resiste las acometidas de los godos, que, vencidos, se vuelven a las Galias. Pero los suevos se hallaban divididos, y la Galecia sufre los daños de largas contiendas civiles. Por intervención de los obispos —dice Jordanes—, Teodorico II concedió el perdón a los suevos que eligieron rey a Remismundo.
Este llegó, en efecto, a reinar; pero Idacio nos informa más ampliamente de tales sucesos. Los suevos se encontraban internamente divididos: no en vano la monarquía no tiene entre ellos raíces profundas. Frente a Maldra se levanta otro rey: Frantano. Tanto sus partidarios como los de Maldra habían procurado llegar a la paz con los romanogalaicos.
Pero bien pronto los secuaces de Maldra, que ya a las órdenes del propio rey habían depredado pérfidamente la Lusitania y entrado, con apariencias pacíficas, en la ciudad de Lisboa, sometiéndola a terrible saqueo y crueles matanzas, devastan la región de Galecia próxima al Duero.
Estos actos tenían que exacerbar la hostilidad entre suevos y gallegos La muerte de Frantano, entre las Pascuas de Resurrección y Pentecostés del año 457, no pone fin a la contienda; frente a Maldra aparece otro titulado rey, Remismundo o Requismundo; y cuando Maldra, que había matado a su hermano carnal en el año 459, perece degollado a fines de febrero del 460, muerte que, según Idacio, tenía merecida, Frumario disputa la corona a Remismundo.
La unidad no se consigue hasta la muerte de Frumario, en el año 465, y entonces se restablece la paz perturbada durante tantos años.
Fuente: nubeluz.es
¡Gracias por leerme!
Publicado el 28 mayo, 2018 en M, Suevos y etiquetado en Maldra, Remismundo, Rey suevo, Teodorico II. Guarda el enlace permanente. 3 comentarios.
No le fue bien a Caín y Abel, a estos tampoco. Saludos, Andrés. Siempre interesante.
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❤ ❤
🙂 😛
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🙂
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